Cuando las personas piensan en animales salvajes, casi inmediatamente imaginan circos y zoológicos, pues es donde han podido tener cierto contacto con fabulosas especies de felinos, primates, reptiles y aves de todas las latitudes del mundo. Lamentablemente, la gente piensa que estos animales pueden entretener sanamente a niños y adultos.
Precisamente, ahí radica el secreto del negocio de los zoológicos, y en menor medida el de los circos: En hacernos creer que nos hacen conocer a los animales “tal como son en la naturaleza”.
Todo eso es absolutamente falso. En los zoológicos los animales no se comportan como lo hacen estando en libertad; no se aparean con la frecuencia y el éxito de natalidad de los animales que viven en libertad, ni tampoco llegan a vivir tantos años. Lo mismo pasa con los circos. En su estado natural, los animales nunca tienen que bailar con disfraces ridículos, saltar por aros de fuego, ni caminar en dos patas.
Los zoológicos son una actividad decadente y cruel que se vende como una actividad “educativa” que nos enseña sobre la naturaleza animal. La organización inglesa Nacido Libre que supervisa a los animales en los zoológicos de Europa, publicó un informe sobre los zoológicos en Inglaterra (un país supuestamente civilizado respecto a los animales). Se descubrió que los zoológicos ayudaban a reproducir especies en peligro de extinción, pero el 95% de la tasa de animales cautivos no estaba en ese riesgo. Peor aún; la mayoría de los zoológicos carecen de programas educativos para el público. A menudo, la información en los carteles es incompleta, ilegible o inexistente. Además, ¿cuánta gente realmente entiende y retiene esa información para decir que ha “aprendido” algo de los animales?
Por otro lado, los circos con animales son uno de los espectáculos más decadentes y anacrónicos de nuestra época. La crueldad que se esconde tras los brillos y las luces de colores en las tristes vidas de animales salvajes encerrados en estrechas e inmundas jaulas obligados a representar un espectáculo totalmente antinatural es evidente y clara para todo aquel que la quiera ver. Así como el zoológico dice educar, el circo dice que “entretiene sanamente”. ¿Cómo puede ser entretenimiento sano ir a ver a animales arrancados de sus hábitats, encerrados las 24 horas del día, los 365 días del año, en jaulas y camiones, muchas veces enfermos y mal alimentados?
Al igual que en los zoológicos, muchos animales de circo padecen lo que se conoce como zoocosis, la enfermedad mental o locura que padecen los animales debido al encarcelamiento, la carencia de ambientes naturales y la restricción de sus movimientos.
Para educar y entretener a tu familia o a tus hijos tienes muchas opciones que no implican la tortura y la explotación de los animales. Y si quieres llevarlos a un circo, patrocina circos que no utilicen animales. Las sorprendentes destrezas de los seres humanos no sólo los divertirán sino que les enseñarán a respetar a estos seres que no existen para entretenernos.
Los circos y zoológicos no existirían si la gente rechazara patrocinarlos. En estos tiempos de información cibernética ya nadie puede usar el pretexto de la ignorancia o de lo que está claramente expuesto ante nuestros ojos. Las cadenas de explotación y esclavitud están a la vista de todos. El tedio, el aburrimiento y los maltratos también están allí. Lo único que hace falta ahora es la acción individual de todos para rechazar estos nefastos espectáculos y evolucionar humanitaria y éticamente.
Molly
February 20, 2012 at 11:57 am
Gracias por esta escritura sobre los circos y zoológicos. Es así, con el montón de información que tenemos hoy en día, no hay una excusa apoyar las industrias de explotación y crueldad. En mi opinión, lo más importante es educar la próxima generación sobre la verdad de los circos y zoológicos.
animalialatina
February 20, 2012 at 11:53 pm
Gracias por tu comentario. Así es, los explotadores de los animales basan su propaganda en los niños y en su natural curiosidad por los animales domésticos y exóticos. Debemos educarlos desde que son bebés, haciéndoles entender por qué no debemos apoyar espectáculos como los circos y zoológicos. Al mismo tiempo, debemos apoyar a todos los espectáculos basados en actos humanos que demuestran su inventiva y sus talentos.